Yo solo creeria en un Dios que supiera bailar.












lunes, 12 de septiembre de 2011

Ambiguo.



Quién dirá si debo, si puedo o si soy bueno. Quién podría juzgar manteniendo la objetividad, 
apartando sus creencias, sus bases y pilares, sólo considerando lo relativo a la acción.
¿Existe aquella persona que pueda emitir un juicio parcial?, que sea conocedora de la verdad similar a la colectiva, que posea todas las respuestas a nuestros "¿Por qué?", que comprenda realmente la ley fundamental y/o funcional del ser.
No, no la hay. 
Entonces, quién ha de atraverse a encarcelar la libertad del ente, limitando sus acciones, castigándolas.
Díganme, si no hay persona tal que pueda hacerlo, cómo saber qué es lo que llegaría a ser correcto o válido y qué podría llegar a ser un paralelismo de lo "malo", incorrecto. Como consecuencia debería guiarme por mi razón, por mi esencia.
Juicio justo no ha de existir, la vida se rige a través de la subjetividad, del individualismo.
La misma historia del mundo nos da pruebas de esto, cómo creer después de miles de años que algo
podría cambiar. Si tan solo eso ocurriese, podríamos entonces, estar hablando de un mundo donde la justicia
prevaleciera y se aplicara a quien la merezca sin sobreponer cuestiones que beneficien a un ser en particular,
hablaríamos de igualdad, equilibrio, de algo utópico.  
Por lo tanto, uno tiene derecho de pensar y actuar como crea que es correcto, como dicte la conciencia personal, insertándose como ser individual y libre, sin olvidar aquella sociedad que lo rodea.

L.M

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